Renovación del sector de la alimentación tras la pandemia de COVID-19
- 27 de enero de 2021
- By Jacky Marolleau
2020 ha sido un año agitado para las economías, las sociedades y las organizaciones de todo el mundo. En la primera línea de la batalla contra la COVID-19, ningún sector, salvo el sanitario, ha estado tan presente como el de la alimentación, que ha garantizado que miles de millones de personas vulnerables de todo el mundo pudieran llenar sus despensas durante el confinamiento.
No es ninguna sorpresa que, habiendo estado tan cerca de la primera línea en la lucha contra la pandemia, el sector de la alimentación actual sea muy diferente del que empezó el año. Ahora, cuando el comercio minorista no esencial empieza a volver a muchos países del planeta, ha llegado el momento de que los vendedores hagan balance de sus logros hasta la fecha y se pregunten en qué consiste la “nueva normalidad” y cómo pueden los minoristas del sector de la alimentación responder a las nuevas expectativas de los consumidores en el futuro.
Adaptarse a un panorama cambiante
En primer lugar, evidentemente, la COVID-19 ha cambiado el aspecto y el funcionamiento de los supermercados de todos los tamaños: pasillos más anchos (si es posible); limpiezas más frecuentes de las cafeterías y los aseos; un mayor uso de los pagos con tarjeta y sin contacto (lo que podría llevar a los supermercados a ser los primeros entornos sin efectivo de la sociedad); menos unidades de mantenimiento de stock en cada centro y venta de más productos frescos preenvasados (para reducir el riesgo de transmisión por contacto de las frutas y verduras sueltas).
En segundo lugar, el brote de COVID-19 ha tenido un impacto fundamental en la psicología que explica cómo y cuándo adquieren mercancías ahora los consumidores. Según un informe digital reciente de Adobe publicado en Forbes[1], la pandemia ha acelerado el crecimiento del comercio electrónico en hasta seis años, lo que ha llevado a un aumento de la cuota global de comercio electrónico gestionado a través de dispositivos móviles y a un incremento considerable de sistemas híbridos relativamente nuevos, como la compra online, la recogida en tienda (BOPIS) o incluso la recogida en la acera.
Además, según un análisis realizado por McKinsey & Company[2], ha habido cambios reseñables en el número de visitas que los consumidores están dispuestos a hacer a las tiendas físicas. Como era de esperar, esto se ha traducido en un aumento del tamaño del carro de la compra, lo que refleja la aversión de los consumidores a los desplazamientos para comprar en tiendas físicas y su voluntad de gastar más en cada visita para reducir los riesgos que presentan los espacios públicos y los medios de transporte necesarios para acudir a ellos.
A medida que la visión tradicional de la psicología y los hábitos de gasto del consumidor siguen cambiando a un modelo más híbrido y pragmático, el sector de la alimentación debe evolucionar para adaptarse al nuevo panorama. Hay, por tanto, algunas preguntas clave que se deben tener en cuenta: ¿en qué consiste realmente la “nueva normalidad”? ¿Qué significará para los cimientos del sector desde la perspectiva de la experiencia del cliente y la cadena de suministro?
El auge del comercio electrónico ha llegado para quedarse
Hay pocos indicios de que la adopción de uso del comercio electrónico acelerada por la COVID-19 vaya a remitir pronto. Además de la popularidad ganada por opciones de compra como la recogida en tienda y en la acera, el sector de la alimentación posterior a la pandemia tendrá que centrarse en dos áreas clave: poner una experiencia de cliente realmente omnicanal en el centro de su oferta y contar con soluciones tecnológicas ágiles y escalables que proporcionen a los equipos de gestión del almacén, de los centros de distribución, de suministro y de transporte la flexibilidad y la escalabilidad que necesitan para adaptarse e innovar.
Aunque en una buena parte del sector de la alimentación ya se estaba produciendo desde hace algún tiempo un rápido crecimiento del negocio del comercio electrónico, su suministro plantea también numerosos desafíos. En primer lugar, representa un coste mucho más alto para el revendedor, lo que significa que los minoristas especializados en alimentación tienen que recurrir a opciones de preparación más eficientes (a veces automatizadas, a veces robóticas) en sus centros de distribución y de suministro de pedidos en línea (dark stores) siempre que sea posible.
En segundo lugar, el comercio electrónico ofrece al consumidor muchas más opciones de servicio. Ya se trate de ubicaciones para la entrega como a domicilio, recogida en tienda, recogida en la acera[3] o sugerencias de de sustitución de artículos de los que no queden existencias, todas estas opciones requieren sistemas que puedan colaborar y comunicarse desde un nivel de stock básico hasta la preparación, el transporte, la entrega y las comunicaciones con los clientes.
El futuro es brillante, el futuro es omnicanal
No hay ningún área del comercio global que no se haya visto afectada por la pandemia de COVID-19, pero, incluso en estas circunstancias, existe una oportunidad de fortalecer y rediseñar el sector.
El comercio electrónico eficaz y los métodos de suministro híbridos, combinados con unas verdaderas capacidades omnicanal, sentarán las bases de este proceso de regeneración del comercio minorista global (incluido el de la alimentación) y sus miles de millones de clientes en todo el mundo.
A pesar de los retos que muchas empresas del sector de la alimentación han afrontado a lo largo de los últimos cuatro meses, la tecnología sigue siendo una prioridad, según las conclusiones del conocido informe[4] anual de Retail Week. Por tanto, al imaginar el futuro que nos espera tras el coronavirus, debe hacerse esta pregunta: ¿están las soluciones ERP actuales preparadas para afrontar un panorama tan dinámico y cambiante como el que se avecina para el sector?
Por prestaciones como el autoservicio digital, la recogida en tienda o en la acera, una gestión del stock más eficaz, una activación ultrarrápida de los dark stores para el suministro de pedidos online o sus verdaderas capacidades omnicanal, las soluciones punteras y los equipos de expertos de Manhattan Associates (reconocidos por Gartner y Forrester desde hace más de una década) están aquí para ayudarle y para ayudar a su equipo a hacer frente a los retos de la “nueva normalidad” en el sector de la alimentación.
[1]forbes.com/sites/johnkoetsier/2020/06/12/covid-19-accelerated-e-commerce-growth-4-to-6-years/#1f0677bb600f
[2]mckinsey.com/featured-insights/asia-pacific/how-chinese-consumers-are-changing-shopping-habits-in-response-to-covid-19
[3]glossy.co/fashion/fashion-brands-are-shifting-fulfillment-to-stores
[4]retail-week.com/technology/retail-2020-technology-remains-major-priority-say-retail-chiefs/7035054.article?authent=1